Mitos sobre los cosmecéuticos para acné

Mitos sobre los cosmecéuticos para acné

El objetivo de este articulo es disipar algunos mitos comunes acerca de los cosmecéuticos para el acne, los cuales pueden ser sustentados por pacientes y se sostienen mediante la prensa popular y el marketing por presentar ideas y conceptos que parecen tener sentido, pero que no pueden verificarse por el método científico.

 

1.- Los cosmecéuticos no producen acné si no están etiquetados como no comedogénicos y no acnegénicos:

 Los términos no comedogéncios y no acnegénicos constituyen reclamos comerciales sin regulación, desarrollados con el fin de crear una nueva imagen para el consumidor de las lineas diseñadas para el acne.

Es necesaria realizar pruebas de comedogenicidad  en seres humanos, para que un producto pueda anunciarse como no comedogénico.

La acnegenicidad se basa en pruebas de uso en seres humanos y en la evaluación del incremento del acne tras el empleo del producto en personas voluntarias.

Sin embargo muchos fabricantes, presentan sus productos como no comedogénicos y no acnegénicos basándose en los perfiles de seguridad de los ingredientes individuales que contienen la fórmula. Esto es incorrecto.

Las afirmaciones de no comedogenicidad  y no acnegenicidad deberían basarse en pruebas clínicas del producto final.

 

2.-El aceite mineral es comedogénico:

El aceite mineral constituye uno de los ingredientes más comunes en los productos de cuidado de la piel y en cosméticos con color.

Se trata de un aceite de bajo peso, barato, inoloro e insípido. Este aceite estaba en las listas de sustancias comedogénicas de hace años.

Hay que considerar que existen distintas calidades de aceite mineral, por un lado está el aceite mineral industrial que se usa como lubricante para maquinaria, y que no posee la pureza necesaria para su aplicación sobre la piel.

El aceite mineral de calidad cosmética representa la forma más pura, los cosméticos de calidad sólo compran productos de calidad.

El aceite mineral de calidad, no es comedogénico, ya que ninguna prueba de las realizadas para la industria del cuidado de la piel se ha hallado comedogénico.

 

3.-Las cápsulas de vitamina E mejoran la apariencia de las cicatrices:

La aplicación directa de cápsulas sobre la piel, no tiene ningún rigor medico, su formula está pensada para administración oral y posterior absorción a través de  la mucosa digestiva, está disuelta en aceite vegetal, que puede ser comedogénico, el principal beneficio puede ser el masaje, que puede ser beneficiosos para la cicatriz.

Las cicatrices del acné se resuelven con ácido salicilico al 2%  o con una crema con extracto de  centella asiatica como “Blastoactiva”.

 

4.-La dieta: hay estudios tanto a favor como en contra de esta posible relación de causalidad:

Se ha relacionado la ingestión de determinados alimentos con la aparición de determinados brotes: los alimentos que liberan histamina como : el chocolate, marisco, picantes, especias etc.. por el componente alérgico que tienen determinados acnés, la comida rápida por la inclusión de grasas saturadas de bajísima calidad, o las bebidas estimulantes.

 

5.- “Cosas de la edad”:

La idea de que el acné va unido a la edad, es uno de los tópicos más extendidos. La imagen de que el “acné juvenil” que se manifiesta en la adolescencia y desaparece al pasar esta etapa es completamente incorecta. Aunque estadísticamente es el periodo en que se manifiesta con mayor frecuencia, el acné puede aparecer en cualquier edad de la vida y puede perdurar hasta edades avanzadas.

Clínicamente se manifiesta con más intensidad cuanto más tarde empieza.

Los acnés crónicos, sobre todo si se sobrepasa los 30 años, tiene consecuencias poco estéticas como pigmentaciones, atrición de vello e incluso aparece junto a una dermatitis.

 

6.-Pigmentación residual:

No se pueden tratar las manchas de acné si el proceso infeccioso e inflamatorio todavía persiste.

Es muy frecuente la aparición de trastornos pigmentarios asociados al acné.

Hoy se sabe que los traumatismos reiterados o los procesos de inflamación crónicos como el acné producen una hiperrespuesta de los melanocitos, con la aparición de un exceso de pigmentación.

Una vez que la hiperrepuesta comienza, se incrementa el número de melanocitos implicados, extendiéndose la mancha a toda la superficie del rostro.

Hay que curar primero el acné después nos ocuparemos de la pigmentación.

 

7.-El acné y el sol: tópico: “el sol seca los granos”

Si a una piel inflamada y castigada se suma los devastadores efectos de la radiación ultravioleta, el resultado es una alteración permanente y un cambio en el metabolismo celular. De ahí la importancia de facilitar la más cuidadosa protección en el acné, evitando desde la primera aparición de los comedones, la exposición directa al sol o los rayos UVA.

La radiación ultravioleta hace lo que se llama “curaciones aparentes” los primeros rayos reducen en principio, de una forma temporal,  la aparición de grasas.

Su poder antiséptico produce una cierta disminución de la carga bacteriana, este efecto dura apenas unas semanas, después la piel reanuda su ritmo normal de lipidización y la infección se recrudece por la hiperqueratosis que origina la exposición continua a la radiación ultravioleta.

Si durante la exposición el paciente llega al eritema solar, lo más seguro es que le siga un brote.

El acné tiene un claro componente estacional, agravándose en otoño y primavera, coincidiendo con el inicio y fin de la exposición a la radiación solar.

 

8.-Acne y Limpieza:

Una de las ideas más incorrectas es la de la necesidad de una limpieza enérgica y rigurosa. Durante décadas se han recomendado una muy frecuente limpieza con productos agresivos.

Esto no produce más que el empeoramiento de la inflamación y los fenómenos irritativos, además de la disminución de las defensas de la piel en una estructura ya de por si inmunodeprimida.

Al arrastrar una inflamación crónica, la piel acnéica es mucho más permeable, permitiendo que los tensioactivos y cualquier otro producto penetre con facilidad, aumentando así las reacciones inmunitarias. Son especialmente perjudiciales algunos tensioactivos aniónicos, tipo lauryl sulfate y laureth sulfate, así como los tensioactivos catiónicos convencionales.

Existen muchos enfoques sobre el cuidado de la piel, por un lado está el nada disparatado empleo de pastilla de jabón y agua dos veces al día, y por el otro lado la rutina del cuidado de la piel en 20 pasos.

¿Cuál es el mejor? No sabemos la respuesta.

En Japón el cuidado de la piel constituye un ritual complejo de varios limpiaodres, tónicos e hidratantes.

Los japoneses creen que tienen la piel más sensible entre todas las razas y la incidencia de dermatitis atópica está creciendo de forma drástica en ese país. ¿Se debe esto al uso de múltiples productos para el cuidado de la piel?

Desconozco la respuesta, sin embargo no hay duda de que cuanto más se manipula la piel, mayor es la probabilidad de que surjan problemas.

Creo que tiene que ser “todo con moderación”.

 

9.- La aplicación de acido glicólico puede reducir el tamaño de los poros:

El acido glicólico es un exfoliante químico hidrosoluble, y como tal no puede penetrar en el medio graso del poro.

El acido glicólico puede mejorar la suavidad de la superficie de la piel y crear la ilusión de que se ha reducido el tamaño del poro.

Ningún ingrediente cosmecéutico puede disminuir de manera significativa el tamaño del poro.

El ácido salicílico es un exfoliante químico liposoluble, que elimina  restos en el poro y otorga apariencia de suavidad en la piel, pero no reduce el tamaño del poro.

La eliminación de estos restos con una exfoliación con salicílico puede mejorar la apariencia de los poros y disminuir el tamaño de los poros dilatados por la presencia de los restos, pero el tamaño físico no se altera.

 

10.- La aplicación de vitamina A ácida (Tretinoina) tópica contribuye al tratamiento de las cicatrices del acné.

La tretinoína normaliza la queratinización folicular, lo cual mejora el acné comedogénico, pustuloso y pápulas superficiales. Este efecto puede uniformar la piel de alrededor del acné. Asimismo, la tretinoína incrementa la producción de colágeno tras un uso prolongado, lo cual puede mejorar las cicatrices de acné.

No existe ninguna indicación para las cicatrices del acné, solo para su tratamiento.

Debería investigarse más sobre este tema, pero como la tretinoína es una sustancia genérica, la industria farmacéutica no creo que haga una próxima investigación.

 

Las respuestas al tratamiento son a veces muy lentas, en particular en acné quistitos, las remisiones van a tardar meses en comenzar a apreciarse. Hay que tener paciencia no abandonar hastiado el tratamiento antes de que produzca los primeros beneficios.

 

Biliografía .

Atención farmaceutica Modulo I

Cosmecéuticos por Zoe Diana Draelos

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